La historia de México se sigue construyendo

agosto 04 2020 | Pensamiento humanista

Palabras del Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza,
durante la ceremonia de izamiento, incineración y abanderamiento
de la escolta de la Secretaría de Gobernación, realizada en
la explanada central de esta dependencia.
México D.F., 05 de septiembre de 2005

A propósito de la pasada celebraciones patrias, cabe recordar las palabras que pronunció el Licenciado Carlos Abascal el 5 de septiembre de 2005, durante la ceremonia de izamiento, incineración y abanderamiento de la escolta de la Secretaría de Gobernación.

En ellas reiteraba el compromiso que tenemos los mexicanos de conmemorar la Historia de México y las acciones de nuestros héroes. Pero también de continuar con sus ideales y fortalecer la igualdad de derechos para toda la sociedad.

“Ellos y ellas hicieron historia y dejaron un legado de independencia, de libertad, de soberanía que hoy tenemos el compromiso de multiplicar, de vigorizar, de convertir cada vez más en decisiones eficaces, sobre todo para quienes menos tienen, para aquellos que se benefician políticamente de la independencia, de la soberanía y de la libertad, pero que no gozan en su vida diaria de esa misma libertad, independencia y soberanía de la que gozamos quienes hemos tenido más oportunidades”.

En estas fiestas patrias, los ciudadanos expresan de maneras distintas su amor por la nación. Sin embargo, celebrar un día no es suficiente. Valorar la Historia de México implica esforzarse día a día por hacer un país mejor. Eso lo sabía perfectamente el Licenciado Abascal:

“Hoy, les pido a cada una y a cada uno de ustedes que cobremos conciencia de que somos parte de la historia, de que la historia no es un monumento muerto, no es un monumento congelado en el devenir de los tiempos, la historia somos cada una y cada uno de nosotros con nuestros actos, con nuestro compromiso, con nuestros dolores, con nuestras ilusiones, con nuestras decisiones”.

Si realmente amamos nuestro país, amamos lo que de él deviene. Amamos su cultura, sus habitantes, sus costumbres y sus paisajes. Afrontamos sus problemas y nos enorgullecemos de sus virtudes. Si amamos nuestro país sabemos que la política es un instrumento privilegiado para fortalecerlo.

Debemos hacerle justicia a la Historia de México. Y no sólo a su Independencia, también a su Revolución y a todos esos movimientos que demostraron el carácter y la perseverancia de sus habitantes.

“Así pues, esta historia nuestra llena de dolores, de esperanzas, de compromisos de grandes mujeres y grandes hombres, hoy anida en cada uno y en cada una de ustedes. Debemos exigirnos recíprocamente este amor a México, este compromiso con las y los mexicanos de carne y hueso, las personas concretas, para así rendir buenas cuentas de este pedazo de historia que se nos dio el privilegio de construir”.

 

Lee la versión completa del discurso aquí.