Donald Trump y la relación entre México y Estados Unidos
junio 07 2017 | Pensamiento humanista
Durante sus primeros días al frente de la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump firmó dos órdenes ejecutivas que atañen a nuestro país, debido al impacto social y económico que tendrán para la población mexicana.
Órdenes ejecutivas
Con la idea de mejorar la seguridad y la economía al interior del país, así como resguardar la frontera entre México y Estados Unidos, Donald Trump incentivó acciones como:
- Construir un muro fronterizo que evite el desplazamiento ilegal de personas y el tráfico de drogas.
- Iniciar la deportación de indocumentados o personas que radiquen en el país con visas vencidas.
- Aumentar el personal de agentes fronterizos.
- Oficializar la salida de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico.
Respuesta del gobierno mexicano
Ante la firma de estas órdenes ejecutivas, sin previa negociación con el gobierno mexicano, el Presidente Enrique Peña Nieto decidió cancelar su reunión con Donald Trump y reiteró que México se niega a pagar la construcción de tal muro.
Con esto, la relación entre ambos países queda en duda, pese a que el gobierno mexicano ha hecho pública su disposición de colaborar con Estados Unidos, siempre y cuando el mandatario estadounidense ofrezca el mismo respeto que ha recibido.
Por otro lado, Enrique Peña Nieto ordenó reforzar el apoyo y asesoría legal a los mexicanos que radican en Estados Unidos, para que sus derechos no se vean violentados.
Opinión pública
También especialistas han alzado la voz para informar a la población mexicana sobre las posibles consecuencias de las acciones de Donald Trump. El mensaje es claro: México puede sostener una situación en la que disminuya el intercambio comercial con Estados Unidos.
Países como Alemania, Japón y Bolivia han manifestado su apoyo al gobierno mexicano, así como la disposición de entablar acuerdos de distinta índole. Marcas transnacionales y figuras públicas también han sido solidarias con nuestro país.
Este apoyo simbólico ha sido un factor para que México no ceda ante las presiones políticas de Estados Unidos. Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Las decisiones del gobierno mexicano no sólo deben estar en función del actuar del presidente norteamericano.
Todo acto político debe reflejar la profunda convicción de respetar los Derechos Humanos de cada persona. Por lo tanto, cualquier iniciativa que parta de la idea contraria debe ser refutada.
No se trata de conveniencias, sino de sostener el discurso humanista que dio nuestro Presidente, por medio de prácticas características de un país tolerante y solidario en todo momento.
Estamos ante una situación en la que es necesario dejar de buscar culpables y enfocarse en encontrar soluciones. Se debe fortalecer la confianza en nuestros recursos y en nuestra gente.
El pueblo mexicano ha demostrado que sabe sobrevivir en la adversidad; por lo tanto, el contexto actual no debe ser visto como un obstáculo, sino como una oportunidad de crecer como nación.