Sufragio Femenino: la lucha social

agosto 10 2020 | Pensamiento humanista

Sufragio Femenino

En un sistema democrático la opinión de todos es considerada y respetada, sin embargo, el camino hacia una sociedad más justa no ha sido fácil. Una de las victorias más celebradas en nuestro país es el derecho al sufragio femenino, que se celebró por primera vez el 17 de octubre de 1953.

El sufragio femenino fue, durante mucho tiempo, un tema polémico en el mundo; los primeros pasos para reconocer al género femenino como parte de la ciudadanía capaz de resolver y dar su voto en las elecciones. Fue en 1948 que las Naciones Unidas aprobaron dentro de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:

  1. Toda persona tiene derecho a partir en el gobierno de su país, directamente o por medio de representantes libremente escogidos.
  2. Toda persona tiene derecho de acceso, en condiciones de igualdad, a las funciones públicas de su país.
  3. La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

Por otra parte, la Convención sobre los Derechos Políticos de la Mujer, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la resolución 640, declaró:

En nuestro país

Los primeros antecedentes exitosos en México que denotan una lucha para conseguir este derecho, datan de 1923 en Yucatán, en que el estado reconoció el voto tanto municipal como estatal y contó tres mujeres electas para diputadas al congreso estatal: Elvia Carrillo Puerto, Raquel Dzib y Beatriz Peniche de Ponce; sin embargo, cuando el gobernador en turno, Felipe Carrillo fue asesinado en 1924, las cuatro tuvieron que renunciar a sus puestos.

San Luis Potosí fue el siguiente estado de la República en dar muestras de disposición para lograr el sufragio femenino. Las mujeres obtuvieron el derecho de participar en las elecciones municipales en 1924 y en las estatales en 1925, lamentablemente, el derecho fue revocado un año después. Chiapas reconoció el derecho de las mujeres a votar en 1925.

Lázaro Cárdenas, en 1937, impulsó una iniciativa de reforma constitucional al artículo 34, lo cual permitiría que todas las personas pudieran votar. La iniciativa fue aprobada por ambas cámaras, las legislaturas de los estados; sin embargo, la cuestión técnica jamás fue concluida y se argumentó que el voto de las mujeres no podía permitirse ya que “podría verse influenciado por los curas”.

Tuvieron que pasar diez años más para que durante la presidencia de Miguel Alemán, se publicara en el Diario Oficial la reforma al artículo 115, que concedía a las mujeres el derecho de votar sólo en elecciones municipales. Y, aunque restringido, esta medida fue considerada como un gran avance para darles a las mujeres su lugar en la vida política del país.

En México, la lucha para conseguir este derecho e igualdad en las mujeres fue ardua y satisfactoria. Hoy la población femenina cuenta con igualdad política y jurídica al ser capaz de emitir su opinión en los comicios electorales. Lo que nos muestra que las causas sociales, por muy difíciles que parezcan, pueden ser conquistadas gracias al esfuerzo de quienes creemos en ellas.

En Fundación Carlos Abascal Carranza te invitamos a pelear por tus creencias y no desistir jamás.