¿La política migratoria de Trump atenta contra los Derechos Humanos?
agosto 26 2018 | Pensamiento humanista
Desde su campaña electoral, el Presidente Donald Trump mostró rechazo hacia los inmigrantes de su país. Tanto así que los ejes de su mandato giran en torno a cambios trascendentales en la política migratoria de Estados Unidos.
Sin embargo, en su afán por reestructurar el modelo de gobierno que se había construido hasta el momento, el actual presidente norteamericano ha dejado de lado el respeto a los Derechos Humanos de muchas personas involucradas.
Estos son algunos ejemplos de las acciones mencionadas.
Deportación de inmigrantes
Una de las grandes propuestas de Donald Trump fue dar prioridad a la deportación de inmigrantes mexicanos, proceso que se ha llevado a cabo desde el mandato de Barack Obama.
En el anterior acuerdo se optó por repatriar a las personas que hayan cometido un crimen. Sin embargo, Trump pidió deportar también a quienes fueron acusados (pero no sentenciados) y a habitantes que no tengan papeles en regla.
Este acto implica una violación a los acuerdos establecidos en los últimos años entre Estados Unidos y otros países. Además, cabe destacar que esta decisión se tomó sin consultar a los mandatarios involucrados.
Esta ampliación en el número de deportaciones bajo normas cuestionables deja a muchos inmigrantes en condiciones críticas. Pues, además de ser parcialmente criminalizados, su repatriación forzada afectaría su calidad de vida al llegar a un país que no está preparado para recibirlos.
Veto Migratorio
Otra de las medidas que el mandatario de Estados Unidos trató de implementar fue un veto migratorio. Con él se pretendía negar la entrada a ciudadanos de siete países, entre ellos Siria, Irak e Irán.
También se cancelaría el programa de refugiados que se instauró durante el anterior mandato. Todo esto con el fin de no poner en riesgo la seguridad de los americanos, según palabras de Donald Trump.
Esta iniciativa fue suspendida por un juez federal, acción que de inmediato fue apelada por el presidente norteamericano. Con ello, logró que se reabriera la discusión en torno a su pertinencia.
Esta situación ha desatado una serie de manifestaciones en contra del veto migratorio, e incluso los estados de Washington y Minnesota han demandado a Donald Trump por esta iniciativa que consideran injusta y contraproducente.
El establecimiento de este veto migratorio representaría un acto discriminatorio que atenta contra los Derechos Humanos de los habitantes de los países en cuestión, pues, además de paralizar la vida de inmigrantes y turistas, se parte de una idea errónea de que todo ciudadano de descendencia musulmana es un criminal.
Este trato que apuesta por etiquetar a las personas y procurar el bienestar de unos, limitando las oportunidades de otros, va en contra de la lucha por la igualdad que grandes potencias e instituciones del mundo buscan promover.
La historia nos ha mostrado que la fragmentación de la sociedad y los prejuicios llevan a actos viles e ideologías radicales que transgreden los Derechos Humanos en muchos sentidos. Por ello, no podemos permitir que se comentan los mismos errores.