La misión de las alianzas políticas
septiembre 20 2020 | 31 cuadro 1
El 2018 será un año crucial para la política mexicana. El sexenio del presidente Enrique Peña Nieto está por concluir, y el arranque de las campañas para ocupar los más de 3 mil 400 cargos públicos, prepara los últimos detalles.
Algo que llama la atención y le da a estas elecciones un matiz diferente a los procesos anteriores, será la presencia de los llamados ‘candidatos independientes’, quienes, sin pertenecer a algún partido, contenderán en la justa electoral.
Alianzas políticas del 2018
Frente a la popularidad que están ganando los aspirantes sin afiliación partidista, las diferentes fuerzas democráticas del país han optado por conformar alianzas políticas para tener mayores oportunidades de triunfar en los comicios de este año.
Si bien el fenómeno de las coaliciones partidistas no es nuevo, ya que estas se conocen desde las elecciones presidenciales de 1988, las del 2018 causan una impresión diferente, ya que por primera ocasión derecha e izquierda se unen en un mismo frente a la presidencia.
El 4 de febrero del 2017, se daba a conocer la formación del ‘Frente Ciudadano por México’, el cual unía al Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC), en un conjunto para competir en las próximas elecciones.
A unos cuantos días de arrancar las campañas, las alianzas políticas han quedado ya definidas de la siguiente forma:
- PRI, PANAL y PVEM
- PAN, PRD y MC
- MORENA, PT y PES
Ahora habrá que preguntarse: ¿cuál debería ser la verdadera motivación de las alianzas políticas?, ¿ganar únicamente o en verdad trabajar juntos por el bien de México?
La misión de las alianzas políticas
Tales interrogantes nos recuerdan las palabras del ex Secretario de Gobierno, Carlos María Abascal Carranza, quien estando al frente de la dependencia en el sexenio de Vicente Fox, recalcó que las elecciones eran una oportunidad para que la democracia del país se viera fortalecida a partir del trabajo de todos:
“Hoy, ese reto de la consolidación democrática nos exige a todos contemplar cuál es la responsabilidad que tenemos que asumir como personas, como mujeres, como hombres, como ciudadanos para que la elección resulte como todos esperamos: transparente, confiable, decisiva, para fortalecer nuestra democracia”.
Si bien son los candidatos los que estando en el poder serán encargados de llevar las riendas del país, el poder para colocarlos en los puestos públicos reside en la sociedad; por lo tanto, es responsabilidad de todos involucrarse en el proceso electoral.
Por su parte, las alianzas políticas deberán centrar sus esfuerzos en pensar mejor sus propuestas de campaña y dejar de ver la unión como mayor número de votos, sino como la ventana para dejar de lado las diferencias y juntos trabajar por México.
Don Carlos Abascal sabía que el camino para la construcción de un país más sólido sería largo y difícil, pero todo el esfuerzo valía totalmente la pena:
“Hoy estamos caminando hacia el perfeccionamiento de esta democracia, hacia un nuevo sistema conforme a nuestra tradición política, ahora sí cada vez más con reglas definitivas a las que nunca más habremos de renunciar”.
No importa si las personas que lleguen al poder lo hagan mediante aspiraciones independientes o alianzas políticas, el fin último de la democracia es el bienestar común.
No hay que olvidar las palabras del Lic. Abascal:
“No buscamos ni buscaremos posiciones de elección popular; no buscamos asegurar un futuro político personal, buscamos gastar nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro capital político, nuestra responsabilidad en el servicio a México, con el ánimo de hacer nuestra parte, de contribuir con nuestro grano de arena a la construcción de la justicia social, del bien común, a través de la maduración de la democracia mexicana”.