Evaluación de daños: el primer paso hacia la reconstrucción

septiembre 22 2020 | 32 cuadro 2

Palabras del Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, durante la Reunión del Consejo Estatal de Protección Civil, para valorar los daños ocasionados por el huracán Lane en Sinaloa
Culiacán, Sinaloa, 19 de septiembre del 2006

Han pasado dos meses desde el temblor de 7.1 grados en la escala de Richter que azotó la zona centro y sureste de México, el pasado 19 de septiembre del presente año.

Lamentablemente, la tragedia dejó graves pérdidas humanas y materiales que activaron los planes de emergencia por parte del Gobierno y la sociedad, resultando en una gran movilización ciudadana para ayudar a quien lo necesitaba.

Cuando se terminó la fase de rescate, se dio inicio a etapa de reconstrucción en la cual elementos de Protección Civil, arquitectos, ingenieros y personal capacitado realizan la evaluación de daños en:

  • Escuelas
  • Edificios gubernamentales
  • Viviendas
  • Monumentos
  • Centros de trabajo

 

A la fecha, las labores de reconstrucción continúan su rumbo, no sólo mediante la evaluación de los daños, sino a través de ayuda psicológica, entrega de apoyo económico y asesorías legales, con el propósito de que nuestro país se vuelva a poner en pie.

Frente a este contexto, vienen a nuestra mente las palabras del ex Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, durante la Reunión del Consejo Estatal de Protección Civil para la evaluación de los daños ocasionados por el huracán Lane en Sinaloa.

Hoy necesitamos volver a pensar en que la solidaridad no puede ser un concepto simplemente de discurso político, hoy la solidaridad es el fundamento de la unidad nacional”.

Don Carlos Abascal sabía que, ante la tragedia, nuestro país no podía permanecer dividido; por el contrario, se debía fomentar la unión y volverse más sólido, porque una vez que pasa la desventura, la labor va más allá de la evaluación de los daños y la reconstrucción material.

Miremos en este desastre los rostros de todas las personas que están involucradas, no miremos sólo los puentes caídos o las torres caídas o los ríos desbordados (…) nuestro foco de atención son las personas, afirmaba don Carlos durante su ponencia.

Y es que parte fundamental de la respuesta por parte del Gobierno Federal fue aprobar el uso del FONDEN para la fase de reconstrucción en las zonas donde se necesitaba.

Cientos de equipos capacitados salieron a las calles a realizar la evaluación de los daños en las diversas estructuras, para que a la brevedad posible aquellas personas que lo requirieran pudiesen acceder a los recursos destinados para reconstruir sus viviendas, pero, sobre todo, sus vidas.

No estamos ante daños materiales, estamos frente a daños a las personas en su integridad o en sus bienes, aquí el daño material como quiera que sea se restaña, pero de lo que se trata es de restañar la confianza de la gente en sí misma, en su gobierno, en su comunidad, para seguir haciendo su vida ordinaria y cada vez mejor”.

Y aprovechando que se realizará la evaluación de los daños dejados por el sismo, se presenta la oportunidad de mejorar. El mismo Lic. Abascal refería: todo lo que se haga en reconstrucción tiene que prevenir mejores condiciones para el futuro”.

Si bien el temblor del 19 de septiembre dejó una grave herida en el pueblo mexicano, también dejó manifiesta la capacidad de respuesta de la sociedad ante la adversidad.

La evaluación de los daños es sólo el inicio de la fase de reconstrucción, y entre más pronto se realice por parte de las autoridades, mejor será para que los sectores afectados vuelvan a ser lo que eran antes.

Las desgracias son para sumar la voluntad de las mujeres y de los hombres, las desgracias son para aprobar el talento y la reciedumbre, el carácter de las comunidades”, afirmaba don Carlos Abascal.

Y no podía ser más oportuna su afirmación, ya que, si algo probó el pueblo mexicano es que, ante las adversidades, no se trata de clases sociales o partidos, sino de un solo pueblo con un único fin: volver a levantarse.

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