Servicio Público: una actividad que requiere sacrificios

agosto 04 2020 | Pensamiento humanista

Palabras del Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, durante la ceremonia luctuosa que se llevó a cabo en el Campo Marte, con motivo de la muerte del Subsecretario de Seguridad Pública Federal, Ramón Martín Huerta, y ocho funcionarios federales más.

México, D.F., 22 de septiembre de 2005

México ha tenido la fortuna de contar con personas invaluables que perdieron la vida en su actuar por el bien de la nación. Tal es el caso de Ramón Martín Huerta, Subsecretario de Seguridad Pública Federal, así como ocho funcionarios que, a su lado, murieron en el cumplimiento de su deber.

Ante estas tragedias, sólo queda rendir homenaje a su valentía y compromiso, así como lo hizo el Lic. Carlos Abascal durante la ceremonia luctuosa. Sin embargo, más importante es seguir su ejemplo y contribuir con el desarrollo de su causa, para que sus pérdidas no sean en vano.

“Su férrea voluntad de servir los hizo dedicar muchas horas, muchos días, meses y años a fortalecer las instituciones que dan seguridad a nuestras familias. En ellos no hubo espacio para el desaliento ni ante las más graves pruebas. Sin tregua lucharon y desafiaron sus propios límites, siempre estuvieron prestos a cumplir con las tareas que México les encomendó”.

Así como ellos, los mexicanos debemos comprender que servir a nuestro país es una tarea difícil, pero sumamente reconfortante. Los funcionarios públicos, por ejemplo, son personas afortunadas, ya que en sus manos recae la posibilidad de mejorar el presente y futuro de millones de personas.

Es una carga pesada, sí. Sin embargo, la satisfacción de coadyuvar al mejoramiento de la nación es inigualable.

“Cada uno de ellos entregó su vida al servicio de este país en esta encomienda que es el servicio público. Servicio público que es privilegio, porque nos permite estar en la primera fila en el combate para superar los problemas y rezagos de la nación, y porque nos hace partícipes en la construcción del México democrático que merecen nuestras familias, todos los mexicanos; pero también servicio público que implica sacrificios”.

La muerte de estos funcionarios deja muchas interrogantes y sospechas de la existencia de personas que están en contra de su cometido. Sin embargo, toda causa que afecta al poder de determinadas personas tiene su riesgo. Sólo nos queda combatirlo y seguir adelante.

“Los seres queridos de nuestros compañeros muertos están conscientes del compromiso que estos mexicanos ejemplares tenían con el país. Son testigos, son copartícipes del costo personal y familiar que implica aceptar con verdadera generosidad las responsabilidades que cada uno de ellos había asumido en el servicio público.”

Por ellos y por muchos otros conciudadanos debemos hacer justicia y nutrir sus aportaciones. Sin importar cual sea nuestra ocupación, podemos aportar algo para mejorar nuestro país. Porque a través de acciones locales es posible generar cambios globales.

“La muerte debe estar marcada por la esperanza, esperanza con mayúsculas, una de cuyas características es el indefectible reencuentro, pues todos los seres humanos vamos en la misma dirección. Para todos estos hombres que murieron en el servicio de su patria, nuestro reconocimiento, gratitud, y más importante aún, memoria. Descansen en paz.”

Lee la versión completa de las palabras del Lic. Abascal con respecto a este tema aquí.