¿Por qué invertir en ciencia y tecnología?
agosto 10 2020 | Pensamiento humanista
Durante los últimos 5 años, México ha aumentado el presupuesto destinado a la ciencia y la tecnología. Claro ejemplo de esto es el incremento en el Gasto en Investigación y Desarrollo Experimental (GIDE), el cual pasó del 0.43% al 0.57% del Producto Interno Bruto (PIB).
Aún así, sigue siendo una cifra muy baja si la comparamos con el dinero destinado en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o potencias mundiales. Estados Unidos, China, Japón y países de la Unión Europea se encuentran en los primeros lugares con promedios que oscilan entre 10% y 28%.
Estas cifras tan altas tienen repercusión directa en sus economías. Por lo tanto, México como país incorporado a la sociedad del conocimiento, debe trabajar en el aumento de fondos destinados a ciencia y tecnología.
Los principales beneficios adquiridos de esta inversión son:
Mayores oportunidades
Invertir en ciencia y tecnología mejora la oferta de competencias profesionales y técnicas de los estudiantes universitarios, lo que les permite tener mayor competitividad ante a las demandas y intereses de empresas, agencias y otras instituciones.
Los mexicanos son talentosos para el desarrollo de la ciencia y la tecnología, un ejemplo son los constantes premios en competencias internacionales de robótica. Si se apoyara más a los científicos y se patentaran sus creaciones, el país podría contar con mayores fuentes de trabajo y soluciones a problemas cotidianos.
Pruebas de lo anteriormente dicho es la creación de agua sólida, invento de un mexicano que se piensa aplicar al terreno de la agricultura. Esta creación supone un remedio para las temporadas de sequía. Y como éste, hay muchos casos más.
Detención de la fuga de cerebros
Al no encontrar opciones para continuar con sus investigaciones, muchos científicos aceptan ir a otros países. Esto implica pérdidas valiosas para el país, pues el capital que se invirtió en la educación de estas personas no recibe los beneficios a largo plazo que se tenían previstos.
En México hay un aproximado de 50 mil investigadores. Este número es bastante bajo comparado con la cuota de otras naciones. Instituciones como Conacyt han hecho lo posible por aumentar su matrícula de académicos, pero aún falta mucho por hacer. Debería haber al menos 150 mil científicos para estar en proporción con el porcentaje internacional.
Mayor competitividad
El desarrollo económico es una consecuencia directa de invertir en ciencia y tecnología. Los avances tecnológicos en el mercado generan mayor productividad y, por ende, mayor plusvalía.
Durante los últimos años, ha decrecido el porcentaje de participación privada en el presupuesto destinado a ciencia y tecnología. Para revertir esta situación el gobierno ha incentivado la participación de empresas por medio de la reducción de impuestos.