Boletín de prensa. 28 de noviembre de 2012
agosto 10 2020 | Prensa
IV aniversario de la muerte del ex secretario de Gobernación y de Trabajo, Carlos Abascal Carranza.
Para un político católico no resulta fácil moverse en la vida pública ya que la hostilidad jacobina suele querer ensañarse con toda su fuerza, lo que lleva a muchos creyentes a ocultar su fe, guardar silencio, eludir la controversia o rendirse y asumir posiciones “políticamente correctas”.
Así lo advirtió el Nuncio Apostólico del Vaticano en México, monseñor Christophe Pierre en la conmemoración del IV aniversario de la muerte del ex secretario de Gobernación y de Trabajo, Carlos Abascal Carranza.
Agregó que en varios momentos de su actuar político, Abascal Carranza fue duramente criticado por presuntamente mezclar sus convicciones religiosas con el ejercicio de gobierno; pese a ello su respuesta nunca eludir el debate. Siempre estuvo convencido de la necesidad de que gente con valores y espíritu cristiano se involucre en la política con valentía.
El cristiano que participa en la política, en la cultura y en lo social, tiene el deber de trabajar para lograr estándares éticos cada vez más elevados en la convivencia social; que quede claro, en ningún momento se pone en riesgo el estado laico, a nadie se le impone una religión pues el cristiano actúa a la luz natural de la razón y se favorece de la intuición y la tolerancia.
Ante más de 300 asistentes al emotivo acto, organizado por la “Fundación Carlos Abascal Carranza” que preside el ingeniero Bernardo Ardavín Migoni, el representante del Papa Benedicto XVI en México agregó que con el ejemplo de Carlos Abascal queda claro que la misión del político es servir desde el poder y no dejarse seducir por las fáciles vanidades y la frivolidad que obstaculiza que la gracia opere dinámica y eficazmente en la conciencia.
El Nuncio Apostólico fue enfático al señalar que los fieles laicos de ningún modo pueden abdicar de la participación en la política. A la acción destinada a promover el bien común que comprende la promoción y defensa de bienes como el orden público, y la paz, la libertad y la igualdad, el respeto a la vida humana y la justicia y la solidaridad.
Recordando algunos de los textos leídos en su tiempo por el también ex presidente de la Coparmex, monseñor Pierre subrayó que amar es lo que da sentido a la vida pues sólo por amor podemos aspirar a construir el bien común del hombre en esta tierra.
En la ceremonia también hizo uso de la palabra el ex secretario de Trabajo, Francisco Salazar quien destacó el legado de Carlos Abascal en la secretaría donde impulsó los consejos para el diálogo con los sectores productivos que permitieron la conciliación obrero patronal y reportar uno de los números más reducidos en el estallamiento de huelgas en el país.
También resaltó las acciones de Abascal Carranza desde su paso por la Coparmex, en donde firmó, junto con Fidel Velázquez, el acuerdo por una nueva cultura laboral que hoy ha sido, en gran medida, inspiración para las reformas a la Ley Laboral recientemente aprobadas por el Congreso de la Unión.
Por su parte, el ex gobernador de Morelos, Marco Adame, comentó durante su ponencia que Abascal fue siempre un impulsor de la democracia con sentido humanista. Recordó que en todo momento alentó recuperar el amor para la política, como única fuerza de entender el trabajo por la ciudadanía.
Interrogado sobre si la Iglesia podría iniciar un proceso de canonización de Carlos Abascal, el Nuncio Apostólico dijo que lo único que podía testificar ahora es que Carlos siempre buscó la coherencia como testimonio de vida y que fue un hombre humilde, en busca de la verdad y que nunca olvidó la vocación a la santidad que tienen todos los cristianos.