Pensamiento humanista: clave para un matrimonio feliz

septiembre 22 2020 | 31 cuadro 1

Don Carlos Abascal fue una persona que vivió bajo las premisas de un pensamiento humanista, lo que le permitió desenvolverse plenamente en cada ámbito de su vida, convirtiéndolo en ejemplo e inspiración para muchas personas que tuvieron la oportunidad de conocerlo.

Además de su carrera política, don Carlos permeó su vida personal de valores y principios que rindieron frutos, siendo él y su esposa, Rosa Martha Olascoaga, un testimonio de que es posible tener un matrimonio feliz y duradero.

Aquí algunos consejos que don Carlos Abascal dio a sus conocidos en más de una ocasión, y que para él fueron pilares de su vida conyugal.

1. Conservar el amor inmaduro

Carlos Abascal asumió el ‘amor inmaduro’ como esas muestras de cariño que son atribuibles a los jóvenes, ya sea detalles, celebraciones, regalos, etc…

Un matrimonio feliz requiere esos gestos, pues son clave para mantener el amor fresco, y al alimentarlo día con día, asegurar su permanencia.

2.  Perdón

La vida en matrimonio no siempre es fácil. En algún momento existirán fricciones, miedos y faltas de atención.

Sin embargo, no debemos olvidar que los errores son parte del ser humano. Saber perdonar será vital para la vida en pareja, pues es un acto que ennoblece el espíritu y fortalece el amor.

3. Trabajar en equipo

En un principio, el amor se alimenta de ilusión, alegría y espontaneidad, pero eso no lo es todo. Toda relación pasa por importantes retos y momentos difíciles que requieren compromiso de ambas partes.

Un matrimonio feliz necesita trabajo en equipo sin descanso, sin pretextos y con plena convicción de seguir adelante, pues de no ser así, el fracaso siempre será una posibilidad latente.

4. Querer amar

El amor no surge de la nada y tampoco se auto reproduce. Es una decisión que debes mantener día con día, ya que unir tu vida con otra persona implica sacrificio y la total disposición de hacer feliz al otro.

Si en algún momento se acaban las ganas buscar la felicidad de la pareja, el matrimonio deja de ser una convivencia sana y se convierte en una estancia forzada, que a la larga afectará la vida de ambos.

5. Ser gente de paz

No se puede vivir en medio de conflictos, no sólo con la pareja, sino con la gente que nos rodea, pues el conflicto lleva al enojo y el enojo a la violencia, elementos que afectan la convivencia de un matrimonio feliz.

Hay que ahogar el mal que existe a nuestro alrededor con abundancia de paz, y que este sentimiento sea un pilar en la convivencia de los esposos, y de los esposos con los hijos.

6. Cero rencores

Para amar de forma plena debe existir una pureza de sentimientos, mantiene lejos las actitudes que vician la convivencia en pareja, una de ellas es guardar rencores.

Los problemas y malentendidos estarán presentes en todo matrimonio; sin
embargo, expresar nuestro sentir, pedir perdón y, a su vez, saber perdonar, es la clave para evitar que el rencor acabe poco a poco con el amor hacia nuestra pareja.

7. El ejemplo

La congruencia entre palabra y acción es fundamental para un matrimonio feliz, pues de eso depende la permanencia de la confianza entre la pareja.

Si ambos predican con el ejemplo, será casi imposible quebrantar la lealtad y el amor generados con el paso del tiempo. Es cierto que habrá contradicciones en algún momento, pero es una tarea constante procurar que estas sean las mínimas.

8. No ser egoísta

Siempre debemos tener en mente que uno se casa para hacer feliz al otro. El amor se fractura en el momento que se pierde de vista esa premisa para preocuparse únicamente por la felicidad propia.

La generosidad del cónyuge es importante, pues esta permitirá rectificar los errores, pero hay que hablarlo constantemente y ayudar con profundo amor y delicadeza.

9. Valorar lo que tenemos

No podemos vivir todo el tiempo añorando lo que no tenemos, porque eso se convierte en una fuente de infelicidad, de envidia, y la envidia carcome el alma.

Día con día, es importante agradecer lo que nos da la vida, y sobre todo cada instante en el que se puede compartir algo con la pareja, por muy sencillo que sea. Evitemos que la búsqueda de lo material limite otras cosas con las que afortunadamente contamos.

 

Carlos Abascal nos demostró que el matrimonio es un compromiso compartido, el cual nace de un sentimiento y se mantiene no sólo con el deseo de que así sea, sino con acciones y una firme convicción.

Unir tu vida con la de otra persona es una travesía que requiere mucho esfuerzo, pero la gratificación es incomparable. Recorrer este camino lleno de aprendizaje nos hará mejores personas.