Niños, sujetos de derecho en un país democrático
septiembre 27 2020 | 33 cuadro 3
Palabras del Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, durante la Ceremonia de Izamiento y Abanderamiento a instituciones educativas, que se llevó a cabo en la explanada central de esta dependencia.
México, D.F., 01 de febrero de 2006
Hace unos días, se conmemoró el Día del Niño, celebración importante que honra a los ciudadanos más pequeños de nuestro país, y que sirve para analizar los esfuerzos que, hasta el momento, se han hecho para que México sea una nación justa, en la cual los niños puedan vivir plenamente.
A propósito de esta importante fecha, cabe resaltar el pensamiento del Lic. Carlos Abascal acerca de los valores que deben fomentarse, para respetar el papel de los niños como sujetos de derecho.
El primer valor fundamental es la paz por encima de todos, pues “en el marco de la paz, (…) puede florecer cualquier iniciativa en beneficio de la ciudadanía”, en este caso los niños.
Gobierno, instituciones y ciudadanía tenemos la responsabilidad de crear el escenario indicado para que ellos se desenvuelvan en un ambiente fuera de violencia.
El segundo gran valor es el orden, “porque en el orden todos somos iguales frente a la ley y todos tenemos que encarar las consecuencias del respeto a la ley”. Este valor contribuye a la erradicación de la impunidad en delitos que atentan contra la integridad de los menores.
Este orden y pleno respeto a la ley significa asegurar que se lleven a cabo los procedimientos correctos en distintos procesos judiciales, y que de ellos deriven las sentencias adecuadas.
En otras palabras, se busca garantizar justicia, tercer valor fundamental en la vida de un país democrático y objetivo principal de la política, porque “hacer política quiere decir hacer acuerdos, construir soluciones por la vía de la razón y del diálogo para que, en efecto, todas y todos los mexicanos se beneficien con la organización del Estado para que México sea mejor”.
Otro valor esencial es la verdad, ese compromiso de respetar nuestra historia y presente tal y como son, pues en nuestro pasado se asientan nuestras raíces, y en el presente se establecen las bases del México que estamos construyendo, en el cual los niños sean sujetos de derecho, al igual que el resto de los ciudadanos.
Por último, es necesario mencionar la tolerancia y el respeto a los demás, valores que están implícitos en los anteriores, y que son básicos en la formación de un régimen democrático que asegure “a todos el ejercicio de la libertad, de manera responsable en el marco de las leyes”.
Niñas y niños tienen el reto de vivir estos valores en su hogar, en su escuela y en su comunidad, y “exigírnoslos a los adultos para que les platiquemos con actos, con hechos, con testimonio, no sólo con discursos, porque los discursos se los lleva el viento; las conductas, los testimonios, son los que van construyendo realmente la historia de este país”.
México podrá ser grande y próspero cuando goce de una mejor democracia, una mayor libertad y mejores niveles de bienestar que incluyan a los niños como plenos sujetos de derecho.
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