El 2018: un reto para los organismos electorales
septiembre 27 2020 | 33 cuadro 3
Palabras del Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, durante la XXV Reunión Nacional de Consejeros Presidentes de Organismos Estatales Electorales, celebrada en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado de México.
Toluca, Estado de México 08 de junio del 2006
El 2018 ya está tocando la puerta, y con él, un nuevo proceso electoral se avecina.
Únicamente nueve meses nos separan de la votación para elegir al que será el nuevo presidente de la República Mexicana, y los partidos políticos junto con sus candidatos preparan sus proyectos y campañas.
Nuevas alianzas y organismos electorales
El pasado 5 de septiembre, PAN, PRD y MC formalizaban ante uno de los organismos electorales más importantes del país, el INE, su alianza para enfrentar el proceso del próximo año.
Aunque estas alianzas parecieran beneficiar a todas las partes, la verdad es que existen sectores dentro de los partidos políticos que se oponen a las mismas, y que incluso han buscado sus propios intereses renunciando a su militancia dentro de estas fuerzas políticas.
Representantes de los demás partidos apelaron a que los organismos electorales como el INE y el INAI vigilen constantemente estas alianzas, para así garantizar que el proceso sea democrático y bajo los estatutos de la ley.
La democracia como fin último
Y en este contexto, podemos recordar las palabras del entonces Secretario de Gobernación, Carlos María Abascal Carranza, quien exaltaba la importancia de la democracia y de los organismos electorales:
“Nos hemos organizado jurídicamente como democracia y hemos llegado al punto de tener órganos electorales autónomos, responsables, constitucionales del desarrollo de los procesos electorales”., expresaba durante su participación en la XXV Reunión Nacional de Consejeros Presidentes de Organismos Estatales Electorales.
Y aunque tanto ciudadanía como grupos políticos han llegado a desconfiar de nuestros organismos electorales, debemos entender que estos son necesarios en la construcción de un país democrático.
Y aunque es cierto que se han cometido errores, también existe un deseo de seguir adelante y perfeccionar el trabajo que hasta ahora se ha hecho en favor de la democracia mexicana, y eso era algo que el mismo Lic. Abascal reconocía: “Todavía tenemos procesos por mejorar en lo legislativo, en lo institucional”.
Si bien la votación por sí misma es un reto no sólo para la ciudadanía y partidos políticos, también lo es para los organismos electorales que buscan ser los árbitros que garanticen elecciones justas y legítimas.
El progreso democrático
Ahora bien, con respecto a las nuevas conformaciones políticas, lejos de verlas como recelo y suspicacia, se deben entender como un esfuerzo de olvidarse de los colores del partido y trabajar por el bien común.
Durante su ponencia, don Carlos Abascal aplaudía el hecho de que tanto fuerzas políticas como organismos electorales trabajen en favor de México:
“Saludamos este esfuerzo, pues, de los partidos políticos, y confiamos en que ellos mañana, de manera unánime, suscriban este acuerdo por el bien de nuestra democracia, por el bien del proceso electoral, por el bien de la gobernabilidad del país”.
A unos cuantos días de que se definan todas las alianzas y candidaturas independientes que contenderán para la justa electoral del próximo año, el papel de los organismos electorales será fundamental para garantizar que el proceso se lleve a cabo bajo la norma, de principio a fin.
Siguiendo el firme propósito que el Lic. Abascal tenía en mente: “Habremos de conducirnos en la legalidad, en el respeto a ustedes, en el respeto al resultado, en el respeto a la voluntad mayoritaria de los ciudadanos”.
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